Bitácora y traducción

Sin consumo más consigo

Uno de los caminos por los que ando varias veces cada semana

Si no conoces la sensación de hundirte en las redes sociales, YouTube o cualquier otra forma de entretenimiento moderno y sencillo, puede que esta entrada de blog te resulte un poco extraña.

El título llega a describir bastante bien de qué trata esta entrada; de como hábitos de consumo influyen en la relación con une misme. Lo que pasa, es que he pasado varias semanas en un lugar donde hay muy poca cosa para consumir y muchísimo tiempo a pasar solo. En esta bitácora quiero explorar como me está tratando esto. Me gustaría invitar a cada persona pensar su relación entre el consumo y el estar consigo.

En casa estoy muy acostumbrado a pasar tiempo solo. Muchas veces lleno este tiempo con algún entretenimiento que me ofrece el mundo moderno. En mi caso, esto lo hago muy a menudo con mis creadores preferides en YouTube o unos blogs de bicicleta. Esto, de una forma u otra, es consumo. Estoy, en estos momentos, consumiendo cosas para entretenerme; no estoy haciendo algo solo, sino interactúo con algo que me ha producido alguien, así que estoy externalizando mí deseo de no ser aburrido y dejo que alguien se ocupa de mi entretenimiento. La única cosa que tengo que contribuir, es desbloquear mi teléfono y tocar una aplicación en la pequeña pantalla. No es necesariamente algo malo; pero es mucho más fácil que pasar tiempo consigo mismo.

Esto puede ser genial. No siempre tenemos la energía para tocar un instrumento, meditar, hacer yoga, bailar en la ducha, o leer un libro (aunque lo haya producido une autore y se consume, todavía requiere un acto de imaginación propria y por esto la lectura no se puede comparar con el consumo puro que ofrece el mundo digital y visual – por lo menos esto pienso yo). En estas situaciones, después de haber terminado todas las tareas del día, a veces es muy relajante ponerse una serie y dejar que el resto del día se difunde. Pero, por otro lado, ahora que estoy aquí, me viene la pregunta siguiente: ¿Qué hacía la gente antes del televisor y el internet cuando tenía que pasar mucho tiempo sola?

La verdad es que el aspecto histórico de la pregunta no importa mucho aquí. Seguro que encontraba maneras de entretenerse toda la gente que vivía sin tele e internet. Pero si une se pregunta a si misme, la pregunta sí me parece importante: Si tú no tendrías internet o tele, ¿qué hicieras con tu tiempo libre?

En mi caso la respuesta no está muy clara. Aunque tengo internet muy limitado en mi cabaña, porque compré el plan más barato de SIM prepagada en Madrid antes de venir, si tengo WIFI sin límite arriba y allí algunas veces he pasado una hora mirando videos (además en inglés, que lastima). Sin embargo, hay muchas horas del día donde me queda mucho tiempo para pensar y estar conmigo. Paseando a los perros, dando de comer a los burros, cocinando comida, cortando leña y mucho más. Pero casi cada día también paso algunas horas sin mucho que hacer y esto me resulta bastante difícil. He notado que es mucho más sencillo desmontar y arreglar bicicletas, que meditar o hacer siesta. Tengo un cerebro al que le gusta mucho ser estimulado y que se ha acostumbrado al no tener que invertir mucho esfuerzo para esto. Así que siempre busco el estímulo fácil. Si hace sol y las sillas en el huerto me invitan a sentarme y disfrutar de la atmósfera, me pongo a estudiar vocabulario. Si los perros quieren mimas y he terminado todas mis tareas, ya estoy pensando en todo lo que quiero hacer por la noche y me pongo a preparar alguna tarea. Cuando termino de comer, con el fuego encendido y solo son las nueve, me pongo a escribir esta bitácora. Sentarme y meditar, escuchar lo que está pasando en mi mente no me resulta fácil. Así que mi respuesta a la pregunta que hago sin entretenimiento fácil es que me busco otros estímulos que tampoco requieren muchísima creatividad, o que conozco bien y que me gustan.

Además, durante las ultimas dos semanas, el WIFI sin limite me ha llevado a pasar algunas tardes muy relajadas, pero no muy satisfactorias, mirando videos en YouTube y otras cosas en redes sociales. Con tanto tiempo a mi disposición, la tentación de hacerlo pasar rápidamente con entretenimiento fácil es fuerte.

En conclusión, estoy seguro de que mi hábito de consumir mucho entretenimiento digital me ha condicionado a buscar gratificación instantánea. Así que agradezco mucho esta estancia en ARREA y el tiempo que me ha concedido para explorar y tal vez cambiar algunos hábitos. Porque mientras es posible usar su propria voluntad y disciplina para cambiar su modo de ser, muchas veces es más eficaz y fácil eliminar la posibilidad de chocar con sus hábitos.

Y tú, ¿qué piensas ahora? Si te da ganas, puedes comentar algo acerca de tu experiencia contigo mismo cuando “disfrutas” de la soledad.