Esta semana quiero contarte tres cosas que me han salido bien, o que me han gustado mucho; y tres cosas que han ido mal y que me han dado algo de vergüenza o malhumor. Voy a empezar con las cosas mas bien negativas, para luego disfrutar de las positivas.
Los 15 minutos de fortuna de Cora
Ayer subí a una de las montañas a las que ya había intentado subir una vez con Cora y Enco. Esta vez encontré un camino bueno y llegamos a la parte más alta (de pico no se puede hablar, es muy plano). Luego, como no me gusta volver por el mismo camino, bajamos por un bosque bastante denso y se me escapó la Cora de la mano cuando intenté pasar por debajo de una rama. Los siguientes 15 minutos probablemente fueron los mejores del día de Cora y los peores del mío. Ella corrió explorando un olivar viejo y yo, con Enco todavía en su cuerda larga, la perseguía. Solo la veía de vez en cuando, pero muchas veces dejé a Enco guiarme y finalmente la atrapamos. Justo después de atraparla, vimos un zorro correr a través del olivar, lo que explicó su huida tan animada.
Una bici para Madrid?
El finde Fredi me mostró Wallapop, la aplicación de anuncios de segunda mano – el Tutti de España, y quién me conoce sabe que me gusta mucho comprar de segunda mano. El estaba buscando partes para el tándem que estoy fabricando y yo me puse a mirar si había una bici de segunda mano cerca de Ambite. Encontré una a muy bajo precio considerando la calidad y fuimos a comprarla por la noche. La tija del sillín estaba bloqueada, pero como pude regatear un poco me parecía que valdría la pena comprarla. Ahora, después de varias horas de batalla con la tija, usando todas las herramientas que encontré en la granja, me parece que es buena idea quitarle todas las piezas buenas y venderlas en Wallapop. Luego comprarme una que funciona bien en la ciudad. O tal vez intentaré sacarla otra vez, vamos a ver.
El gran derroche de agua
Esta última cosa también tiene que ver con mi proyecto de lado con las bicicletas. La semana pasada, Fredi llenó su depósito de agua. Esto lo hace con una motobomba que transfiere agua del pozo al depósito. Sin embargo, necesita más electricidad para esto de lo que pueden suministrar las placas solares, así que pone en marcha la generadora. Cuando el se fue, a mi se me pegaba la gana de cortar los cuadros para el tándem y así puse la amoladora angular en el otro enchufe de la generadora y empecé a cortar. Lo que no sabía, es que todavía estaba la motobomba enchufada, así que mientras yo estaba cortando en modo zen – con protección de oídos – mis cuadros, se formo una cascada de agua en el trasfondo, porque el depósito ya lo había llenado Fredi por la mañana. No sabemos exactamente cuanta agua he sacado, pero es posible que hayan sido alrededor de los 3000 litros o aún más. Pensando en que Fredi se ha quedado sin agua en otoño, espero que haya mucha lluvia este año y que no haya dañado la capa freática debajo de la granja.
Un fin de semana de maravilla
Vale, pasamos a las cosas mas bien positivas. El fin de semana vinieron varios amigues de Fredi y juntes trabajamos en el huerto. Plantamos remolachas, cebollas y otra verdura, y cocinamos un almuerzo muy rico con mucha verdura del huerto. No hay mucho mas que contar de esto. Fue un día muy logrado, puse hablar mucho español y me encantó la gente.
Vocabulario esencial
Luego, cuando se habían ido todes menos una amiga de Fredi, quedamos en la cabaña de arriba y hablamos varias horas. Como soy profe, me he comprado acceso premium de Quizlet, y ahora lo estoy usando para crear listas de vocabulario personales. Ya había ido preguntando mucho acerca del vocabulario del huerto durante el día, pero por la noche Cristina y Fredi me explicaron lo que elles consideran vocabulario coloquial esencial que voy a necesitar para entender de que me hablan los madrileñes cuando iré a un bar. La lista que he creado tiene casi 40 términos y sobre todo trata de sexo, insultos y medidas de cerveza. No sé cuanto voy a usar las palabras yo mismo, pero si que es muy útil entenderlas.
El hacha pequeña
Trabajando en las bicicletas, noté que había una cabeza de hacha oxidada en una piedra. Pregunté a Fredi si el tenía un trozo de madera dura para tallar un mango nuevo y él me dio dos trozos rotos, con huellas de mordeduras de perro, que cabían. Pasé algunas horas tallando la parte de arriba para que encajase con la cabeza y limando una cuña para luego fijar la conexión entre cabeza y mango. Después de esto ya no tenía mucha gana de continuar, pero como ya funciona perfectamente como herramienta, tampoco hacía falta. Ahora tengo un hacha para cortar trozos pequeños de leña si ya no hay para encender fuego. Pero sobre todo fue un proyecto muy entretenido.
Ahora he pasado casi dos semanas aquí y como ves, he tenido momentos ligeros y alegres, y algunos un poco mas pesados. Sin embargo, lo que me cuesta es que tenga que pasar tanto tiempo solo aquí durante los días laborables. La bitácora próxima tratará de este tema.